jueves, 4 de octubre de 2018

No estás, no tener, no vienes.
Hacia mi no, siempre y seguido.
Puede que las letras carezcan de sentido. 
Es lógico, mis oídos carecen de
tu dulce sonido.
-Noches. JMC

Borrarte

Aunque quiero, no puedo borrarte.
Me ahogo en silencio
sin poder olvidarte.
Se me grabaron tus besos
y aunque llenos de veneno
Ese instante, lograron salvarme
-Café. ITC

CAFESÍA

Sentado en un tercer piso de un mágico lugar, hablando con mi conciencia
Sin pensarlo ni planearlo exclamé:
- Me gusta el café.
Me gusta con tres, quizá cuatro cucharaditas de azúcar-
(Varía según la cuchara),
-Y por si te lo preguntas,
Si, así es, me gusta el café dulce
porque si dulce tomas, dulce vives
Y si dulce vives, dulce escribes
Y.. nuevamente, por si te lo preguntas
Si, así es, me gusta la poesía
Y al igual que el café, la prefiero dulce,
Con tres, quizá cuatro
cucharaditas de azúcar-.
Ella me escuchó atenta durante mi breve discurso acerca del café y la poesía,
Aunque no le dio mucha trascendencia al café,
Se la dio a la poesía,
Entonces exclamó:
-Pero tres cucharadas de azúcar son mucho para un poema,
aun cuando la cuchara sea pequeña-,
Yo, frunciendo un poco el ceño,
me abstuve de responderle,
Me parecía un acto descortés
que hablara así de mi poesía.
Ella al verme un poco serio
decidió preguntarme
-¿Y a qué se debe tanta dulzura en tus poemas?-
Yo, sin dudarlo un segundo respondí:
-Es el amor, por el amor vivo así,
Y como me encanta vivir entre poemas y canciones querida amiga-
Pero ella insistió:
-¿Y la dulzura?
Entonces pensándolo dos veces le planteé una hipótesis:
-La poesía es como el café, tu mismo puedes prepararla,
Tú decides si fría, si caliente,
si dulce, si amarga
Y según la decisión que tomes
así mismo se tornara todo a tu alrededor,
Y yo, mi amiga, quiero mi entorno dulce.
Y en ese orden de ideas, mi hipotesis
es que el amor es aquel azúcar que endulza mi poema.
¿Ahora entiendes a que se debe tanta dulzura?
- ROSAS. JDM

No estás, no tener, no vienes. Hacia mi no, siempre y seguido. Puede que las letras carezcan de sentido.  Es lógico, mis oídos carece...